ESPAÑOLES EN AUSCHWITZ

Información del campo

Auschwitz estuvo formado por diversos campos de concentración y de exterminio de la Alemania nazi en los territorios polacos ocupados durante la Segunda Guerra Mundial. Comprendía Auschwitz I, campo original, Auschwitz II- Birkenau, campo de concentración y de exterminio, Auschwitz III – Monowitz, campo de trabajo de la I.G. Farben y más de cincuenta campos satélites.

Situado en Oswiecim, a unos 43 Kilómetros de Cracovia, fue el mayor centro de exterminio del nazismo, donde fueron enviadas alrededor de un millón trescientas mil personas, entre ellas veintiocho presos y presas políticas españolas, treinta y tres personas de origen judío nacidas en España y una mujer y un hombre de origen gitano también nacidos en España.

La mayoría de los deportados, se calcula que cerca de un millón cien mil, murieron; la gran mayoría judíos (90 %) pero también polacos, gitanos, comunistas….

El 27 de abril de 1940, Himmler, decidió la creación del campo y pocos días después nombró a su primer comandante, Rudolf Höss.  Su primer cometido fue la construcción de las instalaciones a partir de unos barracones y establos del ejército polaco.

Los primeros internos de Auschwitz fueron treinta criminales alemanes procedentes de Sachsenhausen con la finalidad de convertirlos en los primeros   kapos del campo y setecientos veintiocho prisioneros polacos que llegaron el 14 de junio de 1940. Tanto el sistema de kapos como el lema Arbeit macht frei (El trabajo os hará libres)   fueron establecidos por el comandante Höss a partir de su experiencia en el campo de Dachau.

Más de seis mil quinientos miembros de las S.S.  sirvieron en Auschwitz en la tarea de llevar a cabo “la solución final” al “problema judío”.

Con las primeras prisioneras, llegaron también las primeras vigilantes en marzo de 1942 trasladas desde el campo de Ravensbrück.

El 17 de enero de 1945, ante la llegada inminente del Ejército Rojo, el personal nazi inició la evacuación de Auschwitz hacia el oeste. La mayoría de los prisioneros fueron obligados a seguir las llamadas “marchas de la muerte”. Pero los que estaban demasiados débiles fueron abandonados en el campo.

El 27 de enero de 1945, el Ejército Rojo liberó a siete mil setecientos prisioneros, gran parte de los cuales estaban confinados en la enfermería.